En la serena campiña segoviana, cerca de la capital, se encuentra Pinillos de Polendos, un pequeño pueblo donde el tiempo parece haberse detenido. Es en este enclave rural, que invita a la calma y la reflexión, donde encontramos a un guardián de la tradición: Óscar Santiago Abad. Este maestro artesano no solo moldea el cristal, sino que también es uno de los últimos defensores del tallado de vidrio a mano, un oficio familiar en peligro de extinción.
En nuestra serie Oficios Perdidos VR, nos adentramos en su taller para descubrir la precisión, la paciencia y el legado que hay detrás de cada pieza brillante.
¡Experiencia inmersiva en 180º! Ponte tus gafas de Realidad Virtual y sitúate frente al torno centenario de Óscar. Escucha el siseo del agua y el roce de la muela mientras el cristal se transforma en una obra de arte.
El trabajo de Óscar es una mezcla de técnica y arte. Es fundamental entender que su oficio se divide en dos disciplinas, comparadas por él mismo con el dibujo técnico y el dibujo artístico:
El taller de Óscar es un santuario de la historia. Trabaja con tornos que tienen más de 100 años, cuyo sistema esencialmente no ha cambiado. Lo único que ha evolucionado es la propulsión, pero el método sigue siendo el mismo: una rueda que gira a diferentes velocidades y que siempre debe ir mojada con agua fría para evitar que el cristal se caliente y se parta.
El tallado de vidrio es una sucesión de pasos meticulosos donde no hay margen para el error.
Óscar no solo aprendió el oficio de su padre, quien fue uno de los mejores talladores de su época, sino que también ha mantenido viva la llama en la región, llegando a ayudar a montar el taller de talla en la Real Fábrica de Cristales de La Granja.
Sin embargo, a pesar de su larga trayectoria de 37 años, Óscar teme que este oficio, difícil de aprender y que exige un maestro, acabe por desaparecer, pues actualmente solo quedan él y su hermano como grabadores capaces de realizar cualquier trabajo en cristal.
Este es un oficio que exige la máxima concentración, pues no hay posibilidad de error. Un fallo significa desechar la pieza. Por eso, para Óscar, no es artesanía (una palabra que siente deteriorada), sino un oficio, una profesión y un trabajo que espera que le dure muchos años más.
Esta pieza documental es una oportunidad única para entender la destreza y el legado que hay detrás de cada jarrón y cada copa. El trabajo de Óscar Santiago Abad es un espejo de la paciencia y el amor por la tradición.
Ponte tus gafas y sumérgete en el taller de Pinillos de Polendos, y sé testigo en Realidad Virtual de cómo un maestro da vida a la historia.